El huevo representa de siempre, en todas las culturas, un símbolo de vida. La tradición de regalar huevos reales pintados o construidos con diferentes materiales es tan religiosa como popular en todos los países y tiene sus orígenes en el paganismo, el huevo como símbolo de renacimiento y fertilidad, con su yema amarilla que recuerda el sol y la vida.
En Rusia está presente desde la antigüedad y ha alcanzado niveles de maestría artesanal y artística realmente impresionantes. Especialmente en Pascua se ha extendido la costumbre de regalar huevos pintados y decorados.
Parece que el origen de esta costumbre se remonta a la leyenda según la cual María Magdalena, llegada a Roma para predicar el Evangelio, ofreció al emperador Tiberio un huevo coloreado de rojo y le dijo “Cristo ha resucitado”. Desde entonces regalar huevos pintados se ha convertido en una forma de celebrar la Resurrección.
Inicialmente se trataba de huevos de gallina u otras volátiles pintadas por las mujeres, pero luego se convirtieron en verdaderos objetos artísticos. El caso más llamativo indudablemente es el de los huevos imperiales Fabergé, verdaderas joyas enriquecidas con piedras preciosas, esmaltes, diamantes, perlas, realizados por de la homónima empresa y donados por el último Zar de Rusia a las mujeres de la familia imperial.
Incluso los tradicionales huevos rusos pintados siempre han sido muy populares. Habitualmente hechas de madera, sino también en otros materiales, incluso preciosos, o humildes, como papel maché, tienen la dificultad considerable de su forma, en la cual no es fácil pintar, y justo eso los hace tan especiales.
Los mejores pintores de iconos y miniaturistas rusos se han enfrentado en el difícil arte de los huevos rusos pintados, utilizando una lupa y una única cerda de cepillo para los detalles de los rostros y entornos detallados de manera sorprendente.
En épocas más recientes, algunos artistas han elegido utilizar en los huevos rusos pintados la técnica del decoupage, aplicando sobre la superficie del huevo un icono serigrafiado.
La decoración de los huevos rusos pintados sigue un preciso código de color y símbolos. Los sujetos son los mismos reproducidos en los iconos rusos, con una particular frecuencia de la figura de la Virgen y de Cristo Resucitado.