La dieta de Santa Hildegarda: adelgazar siguiendo esta dieta

Santa Hildegarda de Bingen es conocida por su contribución a varios campos del conocimiento, entre ellos la cocina. Sus recetas siguen siendo hoy en día un referente válido para una alimentación saludable.

Durante su vida, Santa Hildegarda de Bingen, una monja benedictina alemana que vivió entre los siglos X y XI, fue una de las mujeres más importantes de la Iglesia medieval. Desde pequeña, y a lo largo de su vida, tuvo experiencias y visiones místicas, de las que habló y escribió. Se hizo famosa por su erudición en muchos campos: teología, ciencias naturales, arte, música, lingüística, medicina. Su legado también incluye algunas recetas que promueven el bienestar físico y espiritual. Sin embargo, los monjes y monjas siempre se han distinguido desde la antigüedad por sus conocimientos, además de estar entre los pocos que sabían leer y escribir, siempre se han ocupado del estudio de las plantas y sus propiedades, investigando y cuidando con remedios naturales.

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Estatua tallada a mano por una empresa de la Val Gardena.

Los monjes camaldulenses son uno de los ejemplos más famosos e iluminadores de cómo algunas órdenes han sabido acompañar la oración y la vida contemplativa con un trabajo asiduo que ha dado lugar, con el tiempo, a la producción de alimentos naturales, como caramelos, zumos de frutas, miel, aceite, pero también remedios de salud y belleza, suplementos naturales, productos para el cuerpo.

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Santa Hildegarda: recetas de cocina

Aquí tres recetas derivadas de las indicaciones de Santa Hildegarda. Según la Santa, hay alimentos de tristeza, que pesan sobre el cuerpo y el alma, y ​​alimentos de alegría que elevan y curan.

Galletas de Santa Hildegarda

Las galletas de la alegría de Santa Hildegarda son capaces de alegrar el espíritu y activar los cinco sentidos. Los ingredientes de esta alegre receta son:

• 440 g de harina de farro (dosis indicativa)
• 4 yemas
• 3 g de sal
• 180 g de mantequilla
• 140 g de azúcar en bruto moreno
• 70 g de miel
• 15 g de nuez moscada
• 15 g de canela en polvo
• 3 g de clavo molido

Derretir la mantequilla y dejar enfriar, luego mezclar en un bol con el azúcar moreno y la miel.

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Miel mil flores producida y confeccionada por los monjes de la abadía benedictina de Finalpia en Liguria.

Luego agregar las yemas de huevo y la sal; batir con un batidor de mano hasta que se combinen los ingredientes. Agregar nuez moscada, canela y clavo. Agregar la harina de farro tamizada poco a poco. Remover con una cuchara y, cuando la mezcla esté más dura, trabajarla con las manos para que quede suave y homogénea. Formar una bola y dejarla reposar en el refrigerador cubierta con film transparente durante al menos 30 minutos. Sacar la masa del refrigerador, extenderla sobre la encimera espolvoreada con harina y hacer unas galletas de medio centímetro de grosor. Colocarlas en una bandeja para hornear cubierta con papel horno y hornear en un horno precalentado a 200° durante unos 10 minutos. Controlar la cocción para evitar que las galletas se cocinen demasiado.

Sopa de calabaza

La sopa de calabaza es un plato sencillo y sabroso que hará regocijar los amantes del sabor dulce y natural de la calabaza. Estos son los ingredientes:

• 680 g de calabaza
• 250 ml de leche
• ¹/₂ cucharadita de curry
• Sal
• Pimienta

Limpiar y cortar la calabaza en cubos, luego ponerla en una olla con unos 800 ml de agua con sal: hervir y cocinar durante 20 minutos. Escurrir la calabaza y volver a ponerla en la olla. Licuar la calabaza con la licuadora de mano para crear una crema y agregar la leche. Revolver a fuego lento durante unos minutos. Agregar el curry, sal y pimienta al gusto y mezclar todo. Servir la sopa caliente. ¡Ten cuidado de no quemarte la garganta!

Filetes de pollo al romero

El pollo es una carne ligera: combínalo con romero para un plato sabroso y saludable. Necesitarás:

• 760 g de filetes de pechuga de pollo
• 200 g de crema líquida fresca (o queso blanco)
• 1 cebolla (pequeña)
• 2 ramitas de romero
• 1 copa de vino blanco
• Aceite de oliva virgen extra
• Sal
• Pimienta

Cortar los filetes de pollo en tiritas y colocarlos en un bol con 1 ramita de romero picado, aceite, sal y pimienta. Dejar macerar durante 2 horas, para que se aromatice el pollo. Preparar una sartén con un chorrito de aceite.

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Dorar el pollo en una sartén con la cebolla picada durante 3 minutos. Agregar la ramita de romero restante, esfumar con el vino blanco y cocinar por otros 15 minutos. Por último, añadir la crema y dejar al fuego unos minutos.

Las oraciones de Santa Hildegarda

Además de las recetas, Santa Hildegarda produjo numerosas oraciones e invocaciones en su vida. Aquí está una de las más famosas, dirigida a María:

Oh, tu cándido lirio

Oh, tu cándido lirio 
Dios te salve, noble y gloriosa virgen,
tú eres pupila de la castidad,
sustancia de la santidad, que agradó a Dios;
Pues esta infusión celestial tuvo sitio en ti,
ya que el Verbo celestial en ti se revistió de carne.
Tú eres el lirio blanco,
que Dios, por delante de toda otra criatura, miró.
Oh bellísima y dulcísima,
¡cómo se complacía Dios a ti!
Ya que con su calor te rodeó,
y así amamantaste a su Hijo.
Tu vientre exultó, cuando toda la armonía celeste contigo resonó,
porque, oh Virgen, trajiste al Hijo de Dios,

cuando tu castidad resplandecía delante de Él.
Tus entrañas exultaron,
como hace la hierba sobre la cual cae el rocío

porque le infunde el verdor;
igualmente fue hecho en ti, o Madre de todo gozo.
Que toda la Iglesia rutile de gozo
y resuene armoniosamente
a causa de Maria, Virgen dulcísima
y digna de alabanza, Madre de Dios.

Amen.