Las diferencias entre la religión anglicana y la católica

La religión Anglicana no reconoce la autoridad del Papa, niega los dogmas relacionados con la Virgen María y rechaza la devoción a los Santos. Sin embargo, en muchos aspectos, los anglicanos se asemejan a los católicos. Veamos cómo

Ya hemos examinado en un artículo anterior las principales diferencias entre católicos y protestantes. Aunque ambas profesiones de Fe Cristiana derivan del denominado Credo Niceno, llamado así porque se originó en el Concilio de Nicea en el año 325 d.C., entre ellas existen muchas diferencias sustanciales que van desde la interpretación de las Escrituras, a la autoridad del Papa y del clero, hasta los Sacramentos. Un discurso aparte al hablar de tales diferencias es necesario para la Iglesia anglicana, la religión de los ingleses, nacida en Inglaterra en el siglo XVI, cuando el entonces Rey Enrique VIII, intolerante ante la autoridad papal, decidió separar la Iglesia de Inglaterra de la Iglesia de Roma. Así nació el Anglicanismo, basado en muchos elementos del protestantismo luterano y calvinista, pero que también conservaba aspectos del catolicismo. De hecho, aunque había implantado el cisma, Enrique VIII había sido un gran defensor de la religión católica frente al protestantismo y consideraba a Martín Lutero un hereje.

Fundada sobre la sacralidad de las Sagradas Escrituras, las tradiciones de la Iglesia apostólica y la sucesión apostólica, la doctrina teológica cristiana según la cual los Obispos son los sucesores de los Apóstoles, la Iglesia de Inglaterra reconoce como único jefe al Soberano inglés. Hasta hace poco era la Reina Isabel II, una de las soberanas más longevas del Reino Unido, con sus 70 años de reinado.

Veamos, por lo tanto, las principales diferencias entre catolicismo y anglicanismo en los Sacramentos, y cómo la Iglesia anglicana ha convivido con otras profesiones de fe a lo largo del tiempo.

Iglesia anglicana: sacramentos

A diferencia de la Iglesia Católica, que reconoce Siete Sacramentos, la Iglesia Anglicana sólo reconoce el Bautismo y la Eucaristía, pero también celebra los demás, considerándolos Sacramentales.

La Eucaristía se concede a todos, incluso a los divorciados y a los concubinos, y sólo se niega a los culpables de crímenes violentos.

También el Matrimonio para los anglicanos se considera de forma diferente: el rito anglicano no exige que los dos cónyuges estén bautizados o confirmados. Además, el arzobispo de Canterbury anunció ya en 2014 una posible apertura de la Iglesia anglicana a los matrimonios entre personas del mismo sexo. El divorcio está permitido y no es condenado.

El sacerdocio, es decir el Sacramento del Orden, no está reservado a los hombres, sino abierto a hombres y mujeres en sus tres grados: diaconado, presbiterado y episcopado. No se exige la observancia del celibato, los sacerdotes pueden casarse y tener hijos.

Así como los protestantes luteranos, calvinistas y anabaptistas, los anglicanos consideran que el Bautismo es un signo de la benevolencia de Dios y de la regeneración del hombre gracias a la Fe, sin implicaciones con el pecado original o las tentaciones del diablo.

Quién es el jefe de la Iglesia anglicana

Aunque, como ya hemos mencionado, el jefe de la Iglesia de Inglaterra y gobernante supremo es el Soberano, por tanto, Isabel II hasta hace poco y ahora el Rey Carlos III, la máxima autoridad espiritual para los anglicanos es el arzobispo de Canterbury, que antes del Cisma era el primado católico de Inglaterra.

El actual arzobispo de Canterbury es Justin Welby, que es ante todo Obispo de la Diócesis de Canterbury, Arzobispo metropolitano de la Provincia eclesiástica de Canterbury, que cubre dos tercios de Inglaterra, primado de toda Inglaterra, cabeza simbólica de la Comunión Anglicana.

El arzobispo reside en el Palacio de Lambeth (Lambeth Palace) o en el Antiguo Palacio (Old Palace), junto a la Catedral de Canterbury.

El encuentro entre la Reina Isabel y el Papa Francisco

Aunque no aceptan la autoridad del Papa, no comparten algunos dogmas católicos, en particular los relativos a María Madre de Dios (Dogmas de la Inmaculada Concepción y de la Asunción), y no reconocen ninguna devoción a los Santos, considerando la doctrina de las imágenes, reliquias e invocaciones creencias sin fundamento, los anglicanos siempre han mostrado una mayor disponibilidad y apertura hacia los católicos en comparación con otras profesiones protestantes.

No es casualidad que, durante su largo reinado, la Reina Isabel II, cuando vino a Roma, nunca dejó de visitar al pontífice, desde su encuentro con Juan XXIII en 1961 hasta con Juan Pablo II en 1980 y 2000.  El Papa Wojtyla también fue recibido en el Palacio de Buckingham, y en 2010 la Reina también se reunió con Benedicto XVI en el Palacio de Holyrood, la residencia real de Edimburgo.

El último encuentro fue en 2014 con el Papa Francisco, que la recibió junto al Príncipe Felipe en el Vaticano. Al Papa, Isabel II le regaló una cesta llena de especialidades gastronómicas procedentes del Reino Unido, aconsejándole que no las compartiera con nadie.

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