El simbolismo religioso cristiano en sus conceptos-clave surge de la prohibición de idolatrar imágenes en el cristianismo de los orígenes y de la necesidad de ocultar su propio culto. Los primeros cristianos tenían que recurrir a representaciones simbólicas, signos, formas abstractas, como la cruz, el pez estilizado, tanto para alimentar a su devoción, como para esconderse de sus perseguidores. Símbolos antiguos, en algunos casos, y preexistentes, pero cuyo significado para ellos era completamente diferente.
Aquí están sólo algunos símbolos cristianos antiguos:
- JHS o Trigrama (en el alfabeto griego JЙΣ), que indica la abreviatura del nombre ΙΗΣΟΥΣ (es decir, “Iesous”, Jesús).
- Icpescehthys, el pez estilizado usado por los primeros cristianos. Ichthýs es la transliteración latina de la palabra en griego ἰχϑύς, “pez”. Para los cristianos se convierte en acrónimo de Ιησοῦς Χριστός Θεoῦ Υιός Σωτήρ (Iesùs CHristòs THeù HYiòs Sotèr), es decir “Jesucristo Hijo de Dio Salvador”
- El Crismón es el monograma de Cristo, que consiste en la superposición de las dos primeras letras del nombre griego de Cristo, X y P
- La paloma, animal dulce y leve, siempre ha sido un símbolo de pureza e inocencia, se convierte en un símbolo del Espíritu Santo.
- Alfa y Omega: primera y la última letra del alfabeto griego, indican que Cristo es el principio y el final de todo de acuerdo con la cita del Apocalipsis.
No hay duda de que muchos símbolos cristianos y tradiciones religiosas del Cristianismo tienen sus orígenes en los antiguos ritos y símbolos pertenecientes a las antiguas religiones y cultos paganos. No obstante, más allá de las palabras y los símbolos, es fundamental el uso que se hace de esos, el significado que se les da.
Algunos símbolos, separados de un contexto específico, pueden tener un significado completamente diferente de lo que se les quiere dar. A diferencia de las palabras o signos, que sean dibujos u objetos, que indican exactamente lo que quieren significar, los símbolos combinan dos realidades, la representación efectiva y su significado convencional, que puede cambiar dependiendo del contexto.
Consideremos, por ejemplo, el símbolo del ojo dentro del triángulo, que representa la divina providencia de Dios y de la Trinidad, sino que también se utiliza en otras áreas, tales como la Masonería, o la cruz invertida, que se refiere al martirio de Pedro apóstol, crucificado al revés, pero ahora se asocia a menudo con cultos satánicos.
Continuando todavía con la cruz, su significado ha cambiado drásticamente: para los romanos era un símbolo de vergüenza y muerte ignominiosa, que se utilizaba para la tortura y la ejecución, mientras que en el Nuevo Testamento, asociada a la Pasión y Resurrección de Jesús, se convierte en un símbolo de salvación y vida eterna.
Incluso muchos símbolos cristianos relacionados con la Navidad tienen orígenes paganos, pero deben ser interpretados en el contexto adecuado. La Navidad coincide con el solsticio de invierno, una fecha tradicionalmente vinculada a varios antiguos cultos dedicados al Sol y a la Luz. Ya en el Antiguo Testamento la aparición inminente de Jesús era profetizada como una renovación de Luz y Sol. Por tanto, el simbolismo de la Luz siempre ha sido ligado a Cristo. La Luz, el Fuego que quema el mal y disipa las tinieblas, que purifica, el Sol, que da nueva energía, fertilidad y fecundidad: todo esto se reúne, desde una perspectiva cristiana, en la figura de Jesús Salvador.
El muérdago nace, en vez, en el ámbito céltico. Se trata de una planta parásita, la cual nace y se desarrolla en la rama de otra. En el ámbito cristiano ha sido relacionada con la figura de Jesús, no generado como los otros hombres, huésped que pasa en la humanidad.