San Faustino: ¿por qué se ha convertido en el Santo de los solteros?

El 15 de febrero celebramos a San Faustino, patrón de los solteros. Descubramos por qué

Todos conocemos bien el día de San Valentín, el día de los enamorados, que cae el 14 de febrero. Pero, quizá, no todo el mundo sepa que el 15 de febrero es el día dedicado a los solteros, a los que están solos y buscan un alma gemela, el amor de su vida. El patrón de este día es San Faustino, un joven caballero romano que fue encarcelado, torturado y sufrió el martirio bajo el emperador Adriano. Al igual que con San Valentín, por tanto, no es en los últimos días de este santo donde debemos buscar los orígenes de su patronazgo, sino más bien en su vida y en su nombre. De hecho, parece que San Faustino, además de ser un valiente caballero, era especialmente bueno ayudando a las jóvenes solteras a encontrar marido, incluso a pesar de su escasa dote.

Veamos quién era este santo y cómo surgió la tradición del 15 de febrero, Día de los Solteros.

La historia de San Faustino y Jovita

En realidad, no se puede hablar de San Faustino sin mencionar también a su hermano, Jovita. Los dos nacieron en Brescia en el siglo II d.C. y, como muchos de sus jóvenes coetáneos de la nobleza, emprendieron la carrera militar. Ambos se convirtieron en caballeros, demostrando gran intrepidez y destreza militar, hasta el punto de que la iconografía nunca ha dejado de representarlos con vestimenta militar romana y la espada en la mano. Sus vidas cambiaron radicalmente cuando conocieron a San Apolonio, obispo de Brescia. El santo hombre los conquistó con su personalidad y los convirtió, conduciéndolos a ambos al Bautismo. No sólo eso: impresionado por sus dotes oratorias y su capacidad como predicadores, animó a ambos a emprender el camino de la evangelización, nombrando presbítero a Faustino y diácono a Jovita. Así se representan en el arte sacro, como alternativa a la ropa militar.

Desafortunadamente, fueron años de dura persecución. Los nobles romanos de Brescia no aprobaron la predicación de los dos jóvenes e invocaron la intervención de Itálico, gobernador de Recia, para que los eliminara con el fin de preservar el orden público.

Al emprender la persecución con la aprobación del emperador Adriano, Itálico ordenó a los dos caballeros que sacrificaran a los dioses paganos y, cuando se negaron, los hizo encarcelar. El propio Adriano, de regreso de su campaña en la Galia, quiso asistir a su juicio, y de nuevo les ordenó adorar al dios Sol. Faustino y Jovita no sólo se negaron, sino que golpearon la estatua del ídolo, y por este gesto blasfemo Adriano los condenó a muerte. Conducidos al circo, los encerraron en una jaula con unos tigres, pero he aquí que, en lugar de atacarlos, las fieras se arrellanaron a sus pies como cachorros mansos. Ante esa visión, muchos de los presentes se convirtieron, incluida Afra, la esposa del gobernador. Este último, furioso, ordenó que los dos caballeros fueran desollados vivos y quemados en la hoguera. Pero ni siquiera el fuego se atrevió a tocarlos, y este nuevo milagro provocó nuevas conversiones. Trasladados a Milán, fueron encarcelados y torturados, luego enviados a Roma y llevados al Coliseo, pero una vez más ningún animal feroz los tocó. Tras nuevos intentos fallidos de ejecución, los dos fueron llevados de vuelta a Brescia y decapitados el 15 de febrero. Ambos son patronos de la ciudad.

La fiesta de los solteros

Aunque es probable que la elección de hacer coincidir el día de San Faustino con el día de los solteros sea sólo una especie de compensación para aquellos que, al estar solos, no pueden celebrar San Valentín el día anterior, se mantiene la tradición de Faustino como una especie de Cupido, muy bueno para conseguir maridos a las doncellas y unir parejas felices para toda la vida. A esto se añade la etimología del nombre Faustino, que deriva del latín “faustus”, propicio, que trae buena suerte. Los romanos valoraban mucho la subdivisión de días fastos y nefastos en cada mes, pues consideraban que estos últimos eran peligrosos debido a las influencias astrales negativas. En este caso, el día de San Faustino podría ser el de la suerte para encontrar un alma gemela.

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