Normas para la concesión de indulgencias durante el Jubileo 2025 - Holyart.es Blog

Normas para la concesión de indulgencias durante el Jubileo 2025

Normas para la concesión de indulgencias durante el Jubileo 2025

La Penitenciaría Apostólica ha publicado las Normas para la obtención de indulgencias durante el Jubileo 2025. Peregrinaciones, penitencia y obras de caridad para vivir plenamente el espíritu jubilar

Cuando pensamos en el Jubileo de 2025, que ya está a la vuelta de la esquina, una de las primeras cosas que nos viene a la mente es la de las indulgencias. Si bien es cierto que siempre se pueden obtener indulgencias ordinarias, hasta el punto de que existe el Manual de Indulgencias, que contiene las normas y concesiones que hay que hacer, así como las oraciones que hay que rezar para obtener una indulgencia, con ocasión del Jubileo se concede una indulgencia jubilar, o indulgencia plenaria.

Pero demos un pequeño paso atrás y recordemos qué es el Jubileo y qué se entiende por indulgencia plenaria. El Jubileo, o Año Santo, es un acontecimiento especial de la Iglesia católica que se celebra cada 25 años y se caracteriza por la oración, la penitencia y la indulgencia. Es un tiempo de renovación espiritual y de reconciliación, en el que los fieles pueden obtener la indulgencia plenaria mediante la confesión, la comunión y las obras de misericordia. La indulgencia plenaria es una gracia especial concedida por la Iglesia católica durante el Año Santo: los fieles pueden recibir la remisión total de la pena temporal debida a los pecados ya confesados y perdonados.

Qué es el Jubileo

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¿Cuándo se concede la indulgencia plenaria? Se obtiene mediante actos de devoción, como peregrinaciones a lugares santos designados, oraciones, así como la confesión, la participación en la Eucaristía y la práctica de obras de misericordia. Durante el Jubileo, esta indulgencia se concede de manera especial para promover la conversión y la renovación espiritual, ya que pone de relieve la misericordia de Dios y la posibilidad de perdón y reconciliación para todos los fieles.

El 9 de mayo de 2024 se publicó la Bula de convocatoria del Jubileo 2025, con el sugestivo título Spes non confundit (La esperanza no defrauda). Además de las orientaciones e intenciones espirituales de Papa Francisco para el Año Santo, anticipa también las Normas para la concesión de indulgencias durante el Jubileo Ordinario del año 2025. Estas normas fueron publicadas con más detalle unos días después, por el Cardenal Penitenciario Mayor, Angelo De Donatis, y el regente de la Penitenciaría Apostólica, Mons. Krzysztof Nykiel.

Las normas sobre indulgencias señalan las peregrinaciones como la manera preferida de obtener el perdón, pero no solo.

La Penitenciaría Apostólica

La Penitenciaría Apostólica es el dicasterio más antiguo de la Curia Romana, encargado principalmente de conceder y administrar indulgencias y de resolver cuestiones de derecho penal eclesiástico relacionadas con los pecados graves. Es una institución importante para la vida sacramental y penitencial de la Iglesia. En la práctica, es el tribunal supremo de la Iglesia católica. Entre otras cosas, establece las normas y condiciones para la obtención de indulgencias, que son particularmente relevantes durante los Años Santos y otras ocasiones especiales, pero también se ocupa de casos complejos de penitencia, incluidos los pecados graves y controvertidos, ofreciendo asistencia a los fieles para obtener la remisión de las penas espirituales, y coordina la concesión de facultades especiales para los confesores, como la capacidad de absolver los pecados reservados al Papa.

Indulgencia plenaria

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En vista del Año Santo 2025, la Penitenciaría Apostólica publicó las Normas para la indulgencia, con el fin de animar a los fieles a buscar esta gracia mediante prácticas penitenciales específicas.

Los fieles verdaderamente arrepentidos y animados por un espíritu de caridad, que se confiesan y participan en la Comunión, pueden obtener la indulgencia rezando según las intenciones del Papa. Además, la indulgencia puede aplicarse en sufragio de las almas del Purgatorio.

Las Normas indican que la indulgencia puede obtenerse haciendo una peregrinación, o mediante la penitencia, que incluye abstenerse durante al menos un día de distracciones fútiles y consumos superfluos, mediante obras de caridad, apoyando obras religiosas o sociales, y dedicando tiempo al voluntariado. Estos actos de penitencia se consideran esenciales para vivir el espíritu jubilar.

peregrinación

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Cuando se concede una indulgencia plenaria

Peregrinación y misa en el lugar

Las Normas para la obtención de indulgencias durante el Jubileo de 2025 indican Roma, que siempre ha sido un destino de peregrinación predilecto para los cristianos. En particular, quienes van a Roma no pueden dejar de visitar las Iglesias Jubilares, es decir, aquellas iglesias dotadas de una Puerta Santa que, al cruzarla, permite obtener la indulgencia plenaria de todos los pecados y de las penas temporales asociadas. Las cuatro Basílicas papales de Roma, conocidas como Basílicas mayores, se encuentran entre los principales destinos de peregrinación de los fieles católicos, especialmente durante acontecimientos especiales como los Años Santos. Éstas son: Basílica de San Pedro en el Vaticano, Basílica de San Juan de Letrán (Catedral de Roma), Basílica de San Pablo Extramuros, Basílica de Santa María la Mayor. En el pasado, eran necesarios cuatro requisitos básicos para obtener la indulgencia plenaria: estar presente en Roma, confesarse, visitar las principales basílicas de la ciudad y rezar por la propia salud espiritual y la de todos los cristianos. El Recorrido de las Siete Iglesias también es una tradición de peregrinación que se remonta al siglo IV y que adquiere un significado especial durante el Jubileo.

Iglesias Jubilares

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Otros lugares de peregrinación que garantizan de obtener la indulgencia plenaria son Tierra Santa, con su basílica del Santo Sepulcro, la Basílica de la Natividad en Belén y la Basílica de la Anunciación en Nazaret, las dos Basílicas Papales menores de Asís, Loreto, donde se conserva la casa de la Virgen y Pompei, con su Santuario dedicado a la Virgen. Acudiendo a estos lugares y participando en la Misa, o rezando el Rosario, o incluso participando en el Vía Crucis, puedes aspirar a las indulgencias jubilares.

Decidas donde decidas peregrinar, a “cualquier iglesia colegiata de prestigio o santuario designado por los obispos diocesanos o eparquiales”, según establecen las Conferencias Episcopales, ¡recuerda llevar todo lo necesario en la mochila!

Obras de misericordia y penitencia

¿Y para los que no pueden viajar? Quienes no pueden viajar por motivos graves, como las monjas de clausura, los enfermos o los presos, pueden obtener la indulgencia rezando oraciones y ofreciendo sus sufrimientos en sufragio de las almas del Purgatorio. De hecho, la indulgencia está estrechamente vinculada al concepto de misericordia. Para obtener una indulgencia, además de peregrinaciones y oraciones, es posible realizar obras de misericordia y hacer penitencia. Estos actos, tanto espirituales como corporales, permiten expresar concretamente el amor al prójimo y el deseo de conversión. Las Obras de misericordia corporales incluyen acciones como dar de comer a los hambrientos, vestir a los pobres y visitar a los enfermos, mientras que las espirituales incluyen consolar a los afligidos, enseñar a los descarriados y rezar por los vivos y los difuntos. Combinadas con la confesión, la participación en la Eucaristía y la oración según las intenciones del Papa, estas obras permiten obtener la indulgencia y ofrecen una oportunidad de purificación y crecimiento espiritual.

Penitencia de los viernes

Además, según las Normas, será posible obtener indulgencia mediante la penitencia de los viernes. Se invita a los fieles a redescubrir el valor espiritual de este día. La penitencia puede practicarse absteniéndose de distracciones, tanto reales como virtuales, como el uso excesivo de los medios de comunicación y las redes sociales, o renunciando al consumo superfluo. Además, se puede observar el ayuno según las directrices de la Iglesia y donar dinero a los pobres o a obras religiosas y sociales. Estos actos de sacrificio y generosidad, realizados con espíritu de penitencia, ayudan a los fieles a obtener la indulgencia jubilar.

Abstinencia de distracciones reales y virtuales

La abstinencia de distracciones reales y virtuales, no sólo los viernes, sino también cualquier otro día, puede ser otra herramienta para perseguir las indulgencias del Jubileo. Reducir o evitar el uso de las redes sociales, la televisión y otras formas de entretenimiento digital que pueden distraer de la reflexión espiritual y la superación personal, así como evitar las compras innecesarias y los gastos excesivos para centrarse más en las necesidades espirituales y caritativas. Estos actos de renuncia deben ir acompañados de una reflexión sincera y de actos concretos de caridad, como donaciones a los pobres o apoyo a proyectos sociales y religiosos, para obtener la indulgencia jubilar.

Actividades de voluntariado

Para obtener la indulgencia a través de actividades de voluntariado, los fieles deben realizar acciones de servicio y ayuda a los demás, manifestando concretamente el amor y la caridad cristianos, ofreciendo tiempo y apoyo a personas necesitadas, como ancianos solos, enfermos, inmigrantes o familias en dificultad, participando en iniciativas y programas que ayuden a promover el bien común, como centros de acogida para personas sin hogar, comedores sociales o centros de atención para niños y jóvenes, colaborando con asociaciones locales de voluntariado, parroquias u otras organizaciones que trabajen por el bien de la comunidad. Este tipo de servicio debe realizarse con un corazón generoso y un auténtico espíritu de caridad, en línea con los principios del Año Santo. La indulgencia se obtiene no sólo por el tiempo dedicado, sino también por la intención de aliviar el sufrimiento y promover el bien.