El musgo del Belén, un precioso regalo de la naturaleza para nuestras Fiestas, que merece ser conservado con cuidado
A todo el mundo le gusta el efecto natural e inimitable del musgo del Belén. Aunque en nuestro país está prohibida la recolección de musgo, por ser una especie protegida, sigue estando muy extendida la tendencia a utilizar musgo natural para decorar el Pesebre. Esto es posible gracias a los distribuidores autorizados, que recogen y cultivan musgo específicamente para este fin, en el más estricto cumplimiento de la normativa vigente. Sólo tienes que ir a un vivero autorizado y podrás comprar una capa de musgo para Belén de las dimensiones que necesites.
Construir el Pesebre según los consejos de expertos
¿Quién dijo que montar el Pesebre es algo muy simple? Se necesita inventiva, planificación, un toque de manualidad
También encontrarás varias medidas en nuestra tienda en línea. Sin embargo, queda la duda de qué hacer con el musgo del Belén una vez pasada la Navidad, cuando tengamos que guardar las decoraciones navideñas. Además de querer evitar un derroche innecesario de material, viéndose en la situación de tener que volver a comprarlo al año siguiente, con mayor razón sería una lástima tirarlo, teniendo en cuenta lo crucial que es para el medio ambiente y el equilibrio de la biodiversidad. Tal vez no todo el mundo sepa que el musgo desempeña un papel muy importante en la conservación del suelo, ya que previene la erosión de las rocas y mantiene la humedad, indispensable para el crecimiento de innumerables plantas. Sin embargo, también es muy delicado, ya que necesita unas condiciones climáticas óptimas para nacer y crecer, y tarda mucho tiempo en alcanzar la plena madurez. Por eso, erradicarlo ilegalmente y con deliberada indiferencia es un delito no sólo contra la ley que lo protege, sino también contra el medio ambiente en el que vivimos y del que todos formamos parte.
Pero ¿cómo se puede conservar el musgo de Belén y recuperarlo al año siguiente?
Cómo conservarlo
Cuando decidas utilizar musgo para el Pesebre, puedes optar por utilizar musgo fresco o musgo seco. El musgo fresco es más brillante y lujuriante, pero necesita mucha humedad, por lo que deberás encargarte de mantenerlo húmedo todos los días, utilizando un pulverizador, ya que el agua directa lo enmohecería y pudriría.
Más fácil de gestionar es el musgo seco, limpio de tierra e impurezas y utilizado para cubrir las rocas y los tejados de las casitas del Pesebre. El único defecto, si queremos encontrar uno, es que es aún más delicado y frágil que el musgo fresco, por lo que debe manipularse con cuidado.
Si decidimos conservar el musgo para el año que viene, sólo hay una opción: debemos secarlo. Conservar el musgo fresco sería completamente inútil, porque la humedad lo enmohecería en el recipiente. Secar el musgo es muy sencillo: basta con colocarlo sobre hojas de papel de periódico y dejarlo en un lugar ventilado. En unos días, el musgo estará lo bastante seco como para meterlo en una caja y conservarlo con los demás adornos navideños.
Sin embargo, existe una alternativa para conservar el musgo de los belenes año tras año.
Aunque el musgo no se puede plantar como una planta común, se puede cultivar en casa o en un vivero, siempre que se le proporcione el ambiente húmedo y la tierra mojada que necesita para vivir. En particular, hay que tener cuidado para evitar el estancamiento de agua en las macetas: la tierra debe estar siempre húmeda, pero no embarrada. Fundamental será entonces reproducir la luz natural: el musgo nunca debe exponerse a plena luz, sino que necesita una luz indirecta y difusa, exactamente como la que podría tener en un bosque frondoso.
Otra cosa importante para que tu musgo dure y prospere es la poda. Así es, a pesar de ser tan pequeños y frondosos, también hay que recortar los tallos del musgo cuando se alargan demasiado o se secan. En este caso hay que quitar las partes secas, para sanar las otras.
Decidas lo que decidas, no olvides nunca que el musgo es un recurso valioso para todos y como tal debe ser respetado. Después de todo, así debería ser para todo el ambiente en el que vivimos y quizás la Navidad sea el mejor momento para empezar a prestarle también un poco más de atención.