¿Qué sería la Navidad sin la atmósfera enrarecida y mágica que sólo las velas navideñas son capaces de crear? ¡Toda la casa parece iluminarse con luces pulsantes, que difunden un buen calor, que nos hacen sentir más cercanos, más unidos!
Las velas navideñas son accesorios refinados y adecuados para cualquier tipo de hogar y decoración. Añaden un aire festivo y hacen especial la casa, encendiéndola con sus colores brillantes, el rojo, el blanco, el oro, la plata, y con sus formas y decoraciones refinadas.
Colocadas en cada esquina, tal vez con decoraciones de acebo, o con un hermoso centro de mesa decorado con bayas rojas, las velas navideñas hacen los días de la fiesta aún más especiales e irrepetibles. El perfume de la cera se difunde, cautivando el alma y calentando el corazón.
Colocadas en la mesa de fiesta, o simplemente encendidas cada noche, para calentar la casa, las velas navideñas no pueden faltar para el período de las celebraciones. La casa aparecerá más acogedora, envuelta en una atmósfera mágica.
Las velas navideñas también pueden ser esculpidas como verdaderas obras de arte, o tener la forma de ángeles, árboles de Navidad, estrellas, piñas, flores. Una infinita gama de temas y colores, para todos los gustos y para todas las casas. También hay velas navideñas encerradas en delicados portavelas de vidrio, decorados con oro, plata, o con imágenes de Navidad: como la cera se consume, la luz se vuelve aún más cálida, suave, haciendo brillar la belleza de la decoración.
En las noches más frías, la Noche de todas las noches, la cálida luz de las velas navideñas dibuja un camino ondulante y mágico, un tembloroso brillo, que desde el calor de cada casa asciende al cielo nocturno, como una procesión de estrellas centelleantes.