Los santos patronos de Europa: cada país tiene un santo protector

Cada país tiene su santo protector: ¡en este artículo descubriremos todos los santos patronos de Europa!

Cada país tiene sus propios santos. Conociendo la historia de Europa y de los países que la componen, uno se da cuenta de que muchos de los cambios y pasajes importantes de la historia europea están ligados a algunos santos. Muchos de estos durante y después de sus vidas ayudaron a cambiar no sólo a la Iglesia sino también al mundo – en uno de nuestros artículos de nuestro blog presentamos a algunos de estos personajes. A lo largo de la historia, Europa y sus estados, con la contribución de los papas y la devoción del pueblo, han sido encomendados a la protección de algunos santos particulares.

Aquí están los santos patronos de Europa como continente y de algunos de los estados que la componen.

Los Santos Patronos de Europa

Europa como continente está encomendada a varios patronos. San Benito de Nursia es uno de ellos, proclamado patrón de Europa por el Papa Pablo VI en 1964. San Benito hizo una contribución muy importante al desarrollo de Europa y de muchos de sus países con la fundación de la Orden de San Benito.

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Junto a San Benito, entre los santos patronos de Europa encontramos a Santa Catalina de Siena, a quien el Papa Juan Pablo II encomendó Europa en 1999.

Santa Brígida de Suecia es también una de las patronas del continente europeo. Ella también fue proclamada copatrona de Europa en 1999 junto con Santa Catalina.

Los otros santos patronos de Europa son Cirilo y Metodio, hermanos evangelizadores de los pueblos eslavos, y Santa Teresa Benedicta de la Cruz (Edith Stein).

Santos Patronos de Italia: San Francisco y Santa Catalina

Los santos patronos a los que está encomendada Italia son San Francisco de Asís y Santa Catalina de Siena. Fueron proclamados patronos de Italia por el Papa Pío XI en 1939. San Francisco fue el protagonista del gran cambio en la Iglesia y en la vida de los italianos gracias a su elección de servicio a la Iglesia en la pobreza. En el período histórico en el que vivió, la Iglesia necesitaba una reforma para hacerla más coherente con sus enseñanzas y más cercana a los fieles: la vocación de San Francisco y su dedicación a Cristo trajeron una gran renovación en la vida de la Iglesia.

Santa Catalina de Siena fue una mujer destacada en la sociedad medieval y contribuyó al regreso del pontífice a Roma después del cautiverio de Aviñón. Fue convocada por el Papa Urbano VI, algo que no se daba por sentado para una mujer en ese momento, y durante su vida se le reconoció una posición destacada entre estudiosos, políticos y figuras destacadas de la sociedad europea.

Santos Patronos de Francia: Santa Juana de Arco

Pensando en Francia, uno de los primeros nombres que me viene a la cabeza es el de Juana de Arco, la doncella de Orleans. Junto a la Virgen de la Asunción, San Martín de Tours y Santa Teresa de Lisieux, ha sido la patrona del estado francés desde la canonización de 1920. Santa Juana de Arco es famosa por sus hazañas en la guerra. Ayudó a recuperar parte de los territorios franceses que Inglaterra había conquistado durante la Guerra de los Cien Años y sostuvo en alto la bandera de un estado católico bajo la protección de Dios. Fue capturada por los británicos, juzgada, acusada falsamente de herejía y quemada en la hoguera. El juicio fue declarado nulo y sin efecto en 1456 por el Papa Calixto III.

Santos Patronos de Alemania: San Miguel Arcángel

Uno de los patronos de Alemania es San Miguel Arcángel. San Miguel, el arcángel guerrero, es un santo al que muchos fieles son devotos. En uno de nuestros artículos hablamos sobre la Línea Sagrada de San Miguel Arcángel: una línea recta que conecta siete santuarios dedicados a San Miguel, misteriosamente alineados de manera perfecta. Varias iglesias alemanas están dedicadas a San Miguel, como las de Hamburgo, Múnich e Hildesheim.

Santos Patronos de Polonia: Santísima Virgen María

Polonia tiene varios santos patronos: San Casimiro, Santa Cunegunda reina, San Adalberto de Praga, San Estanislao obispo, San Estanislao Kostka, San Andrés Bobola, San Florián. Pero la primera protectora de Polonia, la figura más amada y más querida por los fieles polacos es la Santísima Virgen María, Reina de Polonia. El vínculo entre Polonia y la figura de María es muy antiguo. Polonia es un lugar donde se encuentran muchas representaciones de la Virgen, desde iconos hasta frescos. San Juan Pablo II, el primer Papa polaco, también se destacó en los años de su pontificado por su devoción a María.

Santos Patronos de España: Santiago Apóstol

Los santos patronos de España son la Virgen del Pilar, la Inmaculada Concepción, Santa Teresa de Ávila y por supuesto Santiago. El Camino de Santiago es uno de los lugares que más peregrinos del mundo atrae a España.

Santos Patronos de Portugal: San Antonio de Padua

Portugal está encomendado a la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María, San Jorge, San Gabriel Arcángel, San Francisco de Borja y San Antonio de Padua. Para este último, se celebra una gran fiesta en la capital portuguesa.

Santos Patronos del Reino Unido: San Jorge

El Reino Unido tiene diferentes santos patronos según la nación: San David para Gales, San Patricio para Irlanda del Norte, San Andrés Apóstol y San Columba para Escocia, Nuestra Señora de Walsingham y San Jorge para Inglaterra. San Jorge es un santo muy querido en el mundo inglés, a pesar de no conocerse muchos detalles de su historia. Lo que sí se sabe es que era un caballero: a menudo se le representa a caballo, con una espada o una lanza, decidido a derrotar a un dragón que representa el mal y el pecado. Si quieres saber más sobre San Giorgio y su legendaria lucha contra el dragón, lee el artículo que le hemos dedicado.

Santos Patronos de Irlanda: San Patricio

Finalmente, ¿cómo olvidar el tan celebrado día de San Patricio? Junto con Santa Brígida de Kildare y San Columba, San Patricio es el santo patrón de Irlanda. En sus representaciones suele vestirse de verde, el color simbólico de Irlanda. Fue un obispo con un papel muy importante en la catequesis de los irlandeses: recordamos a menudo la analogía del trébol, utilizada para explicar el misterio de la Santísima Trinidad, atribuida a San Patricio.